Cinco malos hábitos que debes vigilar en verano.

Todas queremos un bronceado perfecto y hacemos cosas para llegar a tenerlo, pero no dejéis de hacer esas cosas por que tendrás una piel más saludable, un bronceado más bonito y evitarás daños innecesarios en tu piel.

Aquí os dejo cinco consejos que os vendrán bien para no estropear vuestro bronceado y lo más importante, vuestra piel.

1. Protege las zonas sensibles: orejas, línea de nacimiento del pelo, empeines, contorno de ojos, cuello... ¿Cuando ha sido la ultima vez que te has esforzado en ponerte bien la crema solar en esas zonas? Aun que no lo creas se queman incluso más que otras partes del cuerpo no solo por que no están bien protegidas sino por que sobresalen más o, en el caso de los ojos, porque su piel es más sensible.

2. No dejes de exfoliarte aunque ya estés morena: existe el falso mito que afirma que hacerte un peeling sobre la piel morena hace que se elimine el bronceado. ¡Mentira! La exfoliación no llega a capas tan profundas pero sí permite limpiar la suciedad y células muertas más superiores y, de hecho, favorece que tengas una tonalidad más uniforme y luminosa. Utiliza los peelings de noche, y después aplícate una buena crema hidratante, un par de veces a la semana. Eso sí, no te exfolies de más y si te ocurra hacerlo si estás quemada por el sol.


3. Protégete del sol: ya has asumido que debes estar siempre protegida y con un buen protector solar antes de exponerte al sol, pero ¿recuerdas que debes repetir la aplicación cada dos horas más o menos? No basta con aplicarte el producto por la mañana y pasar todo el día fuera como si no pasara nada. Por muy morena que estés sigue llevando contigo el protector solar. 

4. No te quedes dormida al sol: puede que te parezca muy idílico echarte una siesta a pleno sol y con el sonido del mar de fondo, pero no es nada recomendable. Puedes deshidratarte y sufrir una insolación, por no hablar de que, al no estar alerta, te puedes despistar y exponerte de más por lo que el peligro de quemaduras aumenta. Además, la hora de la siesta es en el momento en el que el sol pega más. Si quieres echarte la siesta hazlo a la sombra. 

5. Utiliza protección solar aunque esté nublado: o aun que estés bajo la sombrilla. El sol está ahí aunque tengas a las nubes y a la sombrilla impidiendo verlo, y sus rayos se filtran a través de ellos.